Primeros días de clase

Aunque la plataforma virtual no está todavía activa, ya ha empezado el ritmo de estudios, así que hasta que todo esté más bajo control y se puedan ir siguiendo las asignaturas al día, solo escribiré algunas pinceladas.

Ayer fue un día de gestiones. Me encontré con que dos de las asignaturas del segundo cuatrimestre coincidían en horario y que tenía que renunciar a una de ellas, la cual tenía bastante clara (Transnational Communities and Diasporic Media: Network, Connect, Identity). Así que estuve mirando las distintas posibilidades antes de ir a ver a mi tutora personal, la Dr Kanako Teresawa, bautizada por mi hermano Luiso como "Teresita-para-los-amigos". Me decanté por hacer la segunda parte de Aspects of African Film and Video, para la que el primer cuatrimestre es prerrequisito. Contentísima con el cambio, recibí un mail denegándomelo, porque no se correspondía con la estructura de selección de asignaturas exigida. Así que una vez que ya había conocido a la tan competente profesora, la Dr Lindiwe Dovey, y habiendo compartido con ella mi interés por la asignatura y que iba a seguir en la parte dos, tuve que renunciar a ella y matricularme en Rethinking Audiencies, cuyo convenor es Mark Hobart, también muy competente, que me da también Theoretical and Contemporary Issues in Critical Media and Cultural Studies.

A mi lado me espera un tochazo de la asignatura Aspects of African Film and Video, mimosamente elaborado, por el módico precio de 39 pavazos, con todas las lecturas clave de cada una de las semanas y mil y una cosas más. Vamos a estar estudiando el cine africano desde sus inicios. Así que ayer empezamos con una peli muda de 50 minutos. Ríanse de Tabú y Nosferatu.

Más tarde me fui con Amir, mi compi de piso, que por cierto, es inteligentísimo y ha vivido muchas experiencias, a una charla sobre Palestina titulada "Beyond de Headlines", dada por Ben White. Era un acto organizado por la Palestine Society, abarrotado de gente que ametralló a preguntas al escritor.

Y, acordándome de mi hermanita, me fui a Ciao Bella a cenar, unas pizzas tan grandes que no pude ni terminarme, pero que fueron muy bien recibidas cuando llegamos al bar con música de blues en vivo, cerca de casa.